Escucha tu cuerpo. Parte II.

Esta es la continuación de un texto que escribí en el año 2017. Recuerdo que a partir de ese año, mi cuerpo empezó a tener muchas molestias físicas y los dolores eran constantes. Durante todo este 2019, los dolores se convirtieron en una señal urgente de atender.
Hay millones de personas en el mundo que trabajamos aún con las molestias que sentimos. De repente las piernas se paralizan o por momentos caminar es doloroso y ese dolor en los músculos y hasta en los huesos se extiende por días o semanas enteras.
Hace unos días un médico muy atento, amable y sumamente profesional me dijo -Con el cuerpo no hay negociaciones- ¡Tremenda frase! Creo que aún no he aprendido la lección y ya no hay prórrogas.
En efecto, mi vida está cambiando a partir de lo observado y detectado por los especialistas. Ante cualquier cambio, los seres humanos tenemos mucha resistencia y a veces, caemos en ser egoístas poco tolerantes e impacientes y lo más ilógico es que, con quien llegamos a ser de esta forma, es con nosotros mismos.
No queda otra más que renacer y crear nuevas formas de vida y de adaptación. Esto no me resulta raro, extraño o desconocido. Ser fuerte a partir de situaciones que así lo requieren, es algo que siempre ha caracterizado mi camino.
Si estamos cerrando el año con un malestar físico, bien vale la pena echar un vistazo al interior y saber si no es una consecuencia de lo que no hemos hecho por nosotros mismos.
No mires ni por curiosidad al pasado, tampoco te preocupes por el futuro, concéntrate en el presente. Comienza por agradecer a tu cuerpo todo lo que te ha dado, todo lo que ha resistido y lo que ha aguantado. Es hora de enfocarte, ¡escúchalo! Así como escuchas a los demás y los atiendes, es hora de dejar de prestarles atención y atiéndete.
Un día y una cosa a la vez. Respira profundo y no dudes de tu capacidad resiliente. ¡Ámate mucho!💜☕

Comentarios

Entradas populares