Gracias 2018

Tu ciclo está por concluir y yo no tengo otra cosa que decirte, más que "Gracias 2018" Te agradezco cada una de las lecciones que me diste. Fuiste un año muy duro y muy difícil. Los dos sabemos las razones y no hay reclamo alguno, sé que hay razones poderosas que aún desconozco para que me tocaras de forma dura y algunas veces, de manera suave.

De lo que estoy segura, es que me visitaste dolorosamente porque la vida sigue haciéndome más y más fuerte.

Te agradezco las hermosas personas que conocí, especialmente doy gracias por los dos hermosos y comprometidos grupos que me asignaron como alumnos. Pude desarrollar no solo ese amor que tengo por la docencia sino también por ser guía, orientar, ser compasiva y tolerante. Gracias porque soy afortunada en amar con todas mis fuerzas mi trabajo, tanto el de maestra como el de redactora.

También me enseñaste que pese a mi forma de ser, hay límites que debo respetar de mí misma porque eso también es amor y me encuentro re-aprendiendo.

Me diste la oportunidad de sanar cuestiones del pasado que aún estaban pendientes y me hacían mucho daño.

Ahora me siento más lista y dispuesta de vivir solamente mi presente y no inquietarme por el futuro. Gracias a la meditación y la práctica del yoga, he entendido que la respiración te hace consciente y eso se traduce en una mayor salud mental.

Te doy un fuerte abrazo para despedirte, brindo con un café por tu visita y por las bendiciones que trajiste en tu maleta. Es momento de que te vayas y aunque ya eres pasado, puedes estar seguro que cumpliste con tu misión. ¡Mucha luz! ☕